Mi muy estimado carpintero, fontanero, constructor, ferretero, pintor u hojalatero, no nos vas a dejar mentir: quiénes mejor que nosotros para demostrar que emprender con amor se puede y más si le ponemos corazón en todo lo que hacemos. Nuestra chamba despierta nuestros dones más ocultos, pues cuando sentimos entusiasmo por lo que hacemos, tenemos interés por saber qué hay más sobre ella y tenemos plenitud cuando cumplimos las expectativas de un cliente, esto nos llena de energía, nos emociona y nos satisface, puesto que hacemos lo que amamos y amamos lo que hacemos ¿apoco no?
Así, para poder diferenciar una simple chamba de un verdadero proyecto puede estar en ponerle el corazón en todo lo que hacemos, pero ¿será que el arte de amar nuestra profesión puede ser aprendido? La información también es una herramienta para nuestro día a día, por eso, en AKSI te damos una serie de claves para que sigas metiéndole garra a tu quehacer profesional ¡échales un ojo!
La mera verdad, todo urge ¿apoco no? Por eso, qué mas da si tenemos que sacar un proyecto de un cliente importante y notas a tu trabajador echando un sueñito en una de las carretillas, o si ves que tu ayudante anda jugando con las latas de pintura construyendo torres en la vitrina ¡déjalos ser! estar en un ambiente tranquilo, descansado y con momentos para recargar el entusiasmo, nos echará la mano con un desempeño sano para proyectos o trabajo de calidad y un negocio con amor.
Así, por el amor a las herramientas, lo recomendable es conocerlas, usarlas debidamente para la actividad encomendada, cuidarlas y darles su mantenimiento cuando lo necesiten; por eso, invertir en materiales y herramientas profesionales es de suma importancia para amar lo que hacemos; échale un ojo al catálogo de herramientas AKSI y anímate a hacer de las herramientas profesionales tus mejores amigas.
Por eso, enamorar a tus clientes no es sinónimo de tener espacios románticos, es dejar en claro el propósito de nuestro trabajo para conectar también con nuestros ayudantes, nuestra familia y compas de trabajo, pues, aunque todo con amor sale bien, darles los buenos días y atender de forma clara a en la ferretería para que se lleven un buen servicio y tengan claro que no solo pueden encontrar una variedad de productos, sino que puedes facilitar la compra de herramientas puede ser un propósito, ahí radica el poder de un acto de amor y de amar lo que hacemos.
Bien, el secreto de disfrutar y amar lo que hacemos puede no estar en cambiar de profesión o de personal, sino de actitud; bien dicen que un trabajo no es trabajo cuando lo disfrutamos, lo que resultará en un desempeño sano y proyectos de calidad, por eso ¡piénsele bien mi buen! Si estás claves podrían funcionarte o qué otras ideas podrán servir para ponerle corazón a la profesión.