Luz cálida y fría. ¿Cuál es el espacio ideal para cada una?
Ilumina tus habitaciones con la luz adecuada
Existen dos tipos de luz en los focos y ninguno es mejor que el otro. Pero sí es importante conocer las diferencias entre ambos para utilizarlos correctamente:
- Luz cálida: Esta luz ayuda a enfatizar relieves, texturas y colores, por lo que es la mejor para estudios arquitectónicos, de diseño o espacios donde la decoración es el punto elemental. La desventaja es que puede producir fatiga visual si no la empleas en la habitación adecuada. Asimismo, crea una atmósfera acogedora, más íntima y relajante, por lo que es recomendable para dormitorios, estancias, salas y bares o restaurantes.
- Luz fría: La luz fría ayuda a distinguir contrastes, mejorar la visibilidad e incentivar la concentración, por lo que se emplea en áreas de trabajo como oficinas o talleres y para la casa se usa en la cocina, cuarto de lavado y baños. También es recomendable para espacios abiertos y jardines.
La elección de un tipo de luz u otra se basa en el efecto que se quiere crear: si necesitas activarte y mantenerte concentrado la luz fría es la opción. Si por el contrario, lo que quieres es relajarte, un espacio con luz cálida es lo mejor para ti. Incluye las dos en tu hogar, pero úsalas adecuadamente.